Antecedentes. Desde que Cataluña tiene competencias en tráfico, año 1998, se debería de haber adquirido suficiente experiencia para gestionar los incidentes viarios, más cuando esta comunidad autónoma ha vivido situaciones complejas como la gran nevada del 8 de marzo de 2010, los graves incendios del 2003 en Maçanet de la Selva que se cortaron la AP7 y NII, en Portbou año 2012 que se cortó la N260, los graves incidentes en los años del Procés 2017-2019 con los cortes de carreteras por Tsunamis y CDR y la borrasca Gloria del año 2020 que inundaron muchas carreteras.
En más de 25 años de la especialidad de tráfico, se ha ido normalizando que el Servei de Carreteres de la Generalitat de Catalunya no mueve un equipo de mantenimiento y señalización si la policía no confirma in situ el accidente o la incidencia, como puede ser una ocupación de vía por avería. E incluso, todo y confirmar por la policía la incidencia, Carreteres se niega a enviar señalización, alegando que no es cosa de ellos, si no de la asistencia del seguro del vehículo, por lo que las patrullas deben quedarse en el lugar, señalizando con el material insuficiente que llevan y que, en muchas ocasiones, puede haber un peligro muy evidente.
A la negativa de señalizar los incidentes viarios por parte de Carreteres de la Generalitat, se le ha ido sumando la negligencia e irresponsabilidad por la falta de contratación y negativa a dar un servicio de grúas por parte del Servei Català de Trànsit como expuse en la anterior entrada en el Blog "La Chatarra viaria..." que afecta muy directamente a la seguridad viaria y a la seguridad de los agentes de policía.
Introducido el pequeño resumen de cómo se gestionan los servicios de carreteras, voy a opinar sobre los cortes de carreteras de esta semana pasada, realizados por los agricultores de las comarcas de Girona.
Después de las anteriores movilizaciones y cortes de carreteras por parte de los agricultores a principios de mes, estos avisaron que el martes día 27 de febrero, volverían a cortar carreteras, pero esta vez, anunciaron que afectarían directamente la frontera con Francia, La Jonquera. La noche del lunes al martes, los tractores de los payeses cortaron la autopista AP7 y la NII a su paso por el municipio de Pontós a unos 15 km de Figueres, por lo que afectó mucho el tránsito, especialmente de los miles de camiones que diariamente circulan por esa zona. Al tener cortadas las dos vías principales NII y AP7 de salida y entrada a Francia, en la población de Pontós, los mossos redirigieron el tráfico por vías alternativas, afectando a las carreteras C66, N260, GI623 y C31.
Los cortes se cubrieron con muchas patrullas de mossos, de la especialidad de Trànsit y también de Seguretat Ciutadana, sobre todo en los puntos principales de la NII a su paso por Orriols en sentido norte y Borrassà en sentido sud, como en los cortes en la AP7 en Vilademuls y Figueres. La afectación de la NII y AP7 duraron de la noche del lunes 26 a la tarde del viernes 1 de marzo.
Los afectivos de policía se mantuvieron en los cortes 24 horas, realizando los relevos en el sitio. También los equipos de los servicios de la NII y AP7, dependientes del Ministerio de Fomento que se mantuvieron las 24 horas en dichos cortes de carreteras. La señalización de las dos vías principales, NII y AP7, por parte del Ministerio, fueron muy correctas y se mejoraron durante los días que duraron los cortes.
En cambio, la señalización para informar de la ruta alternativa por las carreteras GI623 y C31 de responsabilidad de la Generalitat, fue inexistente, debiendo de improvisar los mismos agentes de los Mossos d'Esquadra con señalización que confeccionaron con lo que tenían a su alcance, como se puede apreciar en las siguientes fotografías.
Por la falta de la señalización circunstancial que informara correctamente de la ruta alternativa hacia Figueres-Francia o viceversa a Girona-Barcelona, concretamente en la carretera GI623 entre Orriols y Viladamat y en el tramo de la N260 entre Borrassà y Figueres, se produjeron incidentes viarios por la circulación de vehículos de tercera categoría (camiones con remolque) en carreteras locales (algunas de ellas con restricciones por peso) y en las travesías estrechas de municipios como Vilaür, Sant Mori y Borrassà.
El Servei de Carreteres de la Generalitat de Catalunya dio por bueno y suficiente colocar cuatro conos y una señal de peligro por estrechamiento de la carretera, en la rotonda de la GI623 con la GIV6231, con la finalidad de que los camiones no transitaran por la travesía de Vilaür. Por supuesto, los "pollos" continuaron y fueron las patrullas de mossos quienes pacificaron la circulación por esas carreteras secundarias incompatibles con el tráfico de camiones, todo por la desidia de Carreteres al no colocar una señalización informativa correcta.
En cuanto a la aportación del Servei Català de Trànsit para informar y gestionar los cortes de carreteras, se limitaron, que yo viera, a dos paneles luminosos y que no funcionaron siempre y su colocación en la carretera no fue la más idónea para que los usuarios de la vía los observaran e informaran correctamente.
Por todo lo vivido estos días por las reivindicaciones de los agricultores en los cortes de la NII y AP7 en Pontós, me gustaría agradecer la comprensión, paciencia y también el apoyo y reconocimiento hacia el trabajo de la policía por parte de los usuarios de la vía (afectados), vecinos de la comarca, camioneros y turistas que transitaron por las carreteras afectadas. También agradecer el trabajo de los servicios de mantenimiento y señalización de la NII y AP7 que han estado las 24h y después de que los agricultores abandonaran el corte, la rapidez en limpiar y reparar los tramos afectados por los destrozos ocasionados incomprensiblemente por los manifestantes, que desacreditan sus legítimas reivindicaciones y que considero actos delictivos y que acabaremos pagando todos.
Y mi crítica y queja hacia el Servei Català de Trànsit y Servei de Carreteres de la Generalitat de Catalunya por demostrar una vez más la falta de previsión, de material y también de empatía en los cortes de carretera. Ni han estado, ni se les ha esperado y lo ignominioso es que no estarán nunca por la falta de valentía y autoridad de los mandos de tráfico de mossos, que aun afectando a la seguridad viaria e incluso la seguridad de sus agentes, no elevarán ninguna queja ni mucho menos denuncia hacia el SCT y Carreteres.
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