Me preguntan si soy radarista y la respuesta es sí. Desde hace poco más de un año y medio, mi trabajo en la especialidad de tráfico es básicamente de operador del radar, una sub-especialidad como transportes, investigación de accidentes o GRD que están dentro de las funciones de tráfico.
De primeras quiero decir que no me gusta el trabajo del radar, sin intención de desmeritar, ya que dicha función es necesaria e importante para la seguridad viaria, se lo crean o no. Pero considero que es un trabajo sin las esencias que me motivan en la especialidad de tráfico, el contacto con la asistencia en la carretera, accidentes y los controles de drogas y alcohol.
He acabado en el radar, mejor dicho, me colocaron en él, como consecuencia de la adecuación del lugar de trabajo por una grave lesión de rodilla, a raíz de una detención con atentado por parte de un conductor (presuntamente) bebido, drogado y violento. Cuando se celebre el juicio, este tema merecerá otra entrada en el blog para contar el incidente, pero sobre todo para explicar el trato dispensado desde la OAC de mossos, la mutua Asepeyo y en especial de mis mandos.

Para empezar abrir en canal el trabajo del radarista y defender la función del cinemómetro como herramienta necesaria para la seguridad viaria, con el debido cumplimiento al secreto profesional y sin facilitar datos e información que puedan beneficiar a los delincuentes sobre ruedas e infractores, me referiré a una frase que hace pocos días hice en un twitter: "Para perfiles éticos y profesionales en tráfico, como en todas las unidades de las policías, COLORES". Queriendo decir, que no todos los agentes, desgraciadamente, trabajan con el mismo nivel ético y profesional.
Cuando en las redes sociales veo cuentas como Anti-Radars y leo los comentarios, opiniones, así como la información que se dan de los controles, les diría que hacen un flaco favor por la seguridad viaria y ninguno por la educación y el respeto hacia las FCS.
Es curioso y lo pueden comprobar, qué cuando en estos perfiles informan de un accidente de tráfico grave, los comentarios que generan van en la línea de recriminar a los conductores temerarios, los excesos de velocidad y la falta de castigo.
Pero a la siguiente entrada en el mismo perfil, cuando informan de un control de radar con la ubicación y fotografía incluida, la mayoría de los comentarios son insultos y menosprecios hacia los agentes de la autoridad, etiquetándoles de ratas, ladrones, recaudadores, etc.
Cuando los bocachanclas dicen que los policías "se esconden como ratas", estos iletrados de la seguridad viaria, obvian o desconocen que la mayoría de los controles de velocidad se hacen de forma estática, dentro del coche radar, por lo que dicho patrulla se visualiza desde mucha distancia, estacionando normalmente fuera de la calzada, pero cerca de los carriles, siempre priorizando la seguridad de los propios agentes y la de los usuarios de la vía, por lo que se colocan detrás de las barreras de protección, new-jersey o en los parterres más allá del arcén. Pero los bocachanclas seguirán pensado que los agentes se esconden como ratas.
Las unidades radares de las policías de tráfico no pueden ser sustituidas o comparadas con las cajas fijas o radares de tramo, herramientas que son gestionadas directamente por el Servei Català de Trànsit en las vías interurbanas y por los ayuntamientos en las vías urbanas. Los radares de las policías, a diferencia de los fijos o de tramo del SCT, tienen como atributos principales la movilidad y la instalación de los aparatos en cualquier punto de las carreteras, según los criterios y/o las peticiones de las autoridades, estrategias jerárquicas, acontecimientos festivos, densidad de la circulación en operaciones de salidas y retornos...
Quienes me siguen y han leído otras entradas anteriores en el blog o mis opiniones en Twitter, saben que soy muy crítico con el modelo de policía de tráfico y las estrategias políticas, administrativas y jerárquicas que desde hace años mantienen, sin que éstas hayan mejorado la siniestralidad ni la seguridad viaria, todo lo contrario, sus estadísticas dicen que han empeorado. Los "responsables" del tráfico continúan priorizando una estructura de gestión del tráfico por encima de la seguridad viaria, sumando más efectivos que trabajan dentro de las oficinas y por contra cada vez hay menos agentes en el asfalto. Es evidente que este modelo de policía reactiva no funciona para reducir la accidentalidad, ya que obliga a las pocas patrullas uniformadas a dar únicamente respuesta a los siniestros, quedando muy lejos el modelo proactivo, cuando existían suficientes patrullas uniformadas para realizar los controles preventivos y también las asistencias a los accidentes.
Hace veinte años, la mayoría de las denuncias se notificaban al instante que se detectaba la infracción y se hacía a pie de carretera, siendo muy beneficioso para la seguridad viaria, primero para castigar en el momento la acción infractora y segundo para transmitir al resto de usuarios de la carretera una percepción de la existencia de las patrullas garantes de la seguridad del tráfico. Pero ese modelo no era beneficioso para los que priorizan y viven de los palotes y las estadísticas, aquellos que compiten entre sectores y áreas por los rankings anuales. Hoy, en el mejor de los casos, hay sectores que solo notifican un 20% de las denuncias de velocidad, pero la mayor parte de sectores no llegan ni al 5%, incluyendo en estos porcentajes las campañas de velocidad. Lejos queda aquella directriz del SCT que requería que solo un 20% de las denuncias de velocidad podían no ser notificadas y siempre y cuando fuera por una de las causas justificadas.
Las causas que generan un porcentaje tan bajo de las denuncias de velocidad sin notificar, son principalmente la falta de efectivos en los grupos de trabajo, escamotes, que tal y como antes he explicado, los pocos policías que hay pisando el asfalto, se pasan el turno de accidentes en accidente y de requerimientos en requerimiento sin parar básicamente. Otra causa, es que cuando hay patrullas notificando en el control, claramente se reduce la velocidad de la circulación, pues los preavisos entre usuarios existen y las velocidades excesivas desaparecen, para unos el control deja de ser "productivo" para mí el control es muy beneficioso para seguridad viaria. Y ahí lo dejo, sin poder decir más.
Quién, cuando y como se realizan los controles de velocidad:
- Cada Àrea y más concretamente cada sector de tráfico, aplica unos criterios diferentes para seleccionar quienes son los agentes operadores para trabajar en el radar. Según los efectivos que disponga el sector, hay los que tienen operadores fijos como Girona y otros que tienen agentes en cada escamote y si los efectivos del turno son suficientes, montan el radar.
- Los controles de velocidad que realizan las FCS pueden ser dinámicos o estáticos: los primeros se realizan con el coche patrulla en movimiento, circulando por las autopistas/autovías (con más de un carril por sentido). Los controles estáticos se pueden hacer con el radar incorporado en el coche patrulla y estacionado o instalando el radar en un trípode o también se puede acoplar a la bionda de protección de la carretera.
- Los controles se ubican mayoritariamente en puntos de carreteras con alta afluencia de circulación, donde se detectan excesos de velocidades de forma periódica y en unos horarios concretos. Así mismo, se tienen en cuenta los tramos requeridos por los vecinos de las poblaciones, usuarios de la carretera y también ayuntamientos por quejas y denuncias. Por supuesto se planifican los controles en los tramos de concentración de accidentes (TCA).
- También en cuanto a la ubicación, la seguridad de los operadores y de los usuarios de la carretera es una prioridad, tal y como ya me he referido antes en el párrafo de los bocachanclas. Por ello, con los nuevos modelos de cinemómetros que registran la velocidad por láser y no por ondas, los agentes se pueden colocar más lejos de la carretera e incluso en alturas diferentes a la plataforma, como por ejemplo en un puente. De esta forma, con los aparatos más distanciados de la carretera, los controles son más seguros para los agentes y los usuarios, sí, lo digo y si es necesario lo escribo en mayúsculas: MEJORA LA SEGURIDAD DE LOS USUARIOS, ya que no se imaginan ustedes los frenazos bruscos e injustificados que se producen a la zona de conflicto donde se colocan las unidades radares de las policías, llegando incluso a producirse accidentes de tráfico.
- Se realizan controles de velocidad de día, de noche, laborables y festivos, con sol y con lluvia.
- Se pueden controlar un solo sentido o los dos sentidos de la marcha. También se hacen controles seleccionando un solo carril o todos los carriles en aquellos tramos que existan varios carriles para el mismo sentido. Por ejemplo, para detectar las velocidades más elevadas, se puede controlar solo el carril izquierdo y si queremos controlar solo la velocidad de los camiones, podemos seleccionar únicamente los primeros carriles de la derecha, uno o dos.
- Hoy, todos los aparatos son digitales, hace años que desaparecieron los radares analógicos (con carrete de fotos). Los operadores configuran el cinemómetro introduciendo todos los datos que se requieren para cada control: carretera, quilómetro, señalización de limitación de velocidad, si es genérica o específica, niveles, luz y se indicará a qué velocidad saltará la fotografía (infracción-denuncia). Una vez finalizado el control, todos los datos se envían al servidor del Servei Català de Trànsit, que instruirán los expedientes sancionadores y tramitarán las denuncias. En caso de que la velocidad fuera penal, la instrucción de las diligencias las realiza el agente operador del radar.

Por encima de la velocidad máxima señalizada ¿a qué velocidad se denuncia? El margen de velocidad que se aplica para activar
la infracción (foto) por encima de la velocidad permitida, se fija por las directrices operativas, pero también los agentes tienen un margen para variar un poco según su
criterio, pudiendo subir o bajar dicha velocidad denunciante en función de las
circunstancias del tráfico o si se señaliza o no el control de velocidad, etc.
Cuando hablo del margen de velocidad no me refiero al margen de error del aparato. El margen de error es un umbral de tolerancia que la ley obliga a aplicar en los cinemómetros para prevenir un hipotético error de medición. Precisamente esta semana, se ha publicado una
noticia que informa sobre una sentencia del margen de error:
Pues sobre este tema, de la aplicación o no del margen de error, los agentes operadores del radar poca cosa pueden decir o hacer, ha de ser la autoridad responsable del tráfico, siendo en Cataluña el Servei Català de Trànsit en las vías interurbanas, quienes deben aplicar en los expedientes sancionadores el porcentaje reductor de la velocidad y así mismo, dar las instrucciones u órdenes oportunas a las unidades de tráfico para que apliquen dicho margen de error en las denuncias que estos notifiquen directamente a los infractores. Se sigue esperando.
Por el año y medio que llevo trabajando en el grupo de radaristas, les puedo asegurar que los controles de velocidad son eficaces, sobre todo para reducir los excesos de velocidad, por lo tanto, para reducir las posibilidades de los accidentes. Sin dar una información concreta, voy a poner algún ejemplo:
- Cuando se requiere por parte de un ayuntamiento a la policía para que se realicen controles en una travesía, ya que los vecinos tienen la percepción que se corre mucho, el resultado ha sido variado en diferentes municipios. En unos era cierto que se corría mucho y mucho, pero después de días y turnos, las infracciones se redujeron, en algún caso a cero. En otros, desde el principio no se detectaron velocidades denunciables, pero si elevadas, por lo que solo con la presencia del coche radar se redujo la velocidad sin tener que denunciar a nadie.
Muchos controles se finalizan sin ninguna infracción y les aseguro que es para mí un éxito, como me referí en otro párrafo anterior, pues me refuerza el espíritu del agente de tráfico que trabaja más por la prevención que por la infracción.
Por contra, cuando se realizan muchos controles en un mismo tramo y se registran muchas infracciones y con velocidades muy elevadas, se tramitan informes para que las autoridades valoren la posibilidad de instalar otros medios para reducir la velocidad, por ejemplo, reforzando con más señales la limitación de velocidad, con semáforos de velocidad, colocando cajas de radares fijos o de tramo, etc.
Doy por hecho, que la mayoría de las personas que lean esta entrada no les voy a convencer de la utilidad de los controles de velocidad, ya que es difícil distanciarse de la opinión popular del supuesto afán recaudatorio que hay detrás de los radares por parte de las administraciones.
En cierto sentido comparto solo un poco esa crítica, todo y que yo creo que hay más intereses estadísticos que recaudatorios, teniendo en cuenta los altos porcentajes de las denuncias que no se notifican, perdiéndose de esta forma, altas cifras recaudatorias de los infractores no residentes en España.
También es evidente el poco dinero que se revierte en medios y en la formación para los agentes de tráfico, así como para mejorar la seguridad de las carreteras, tal y como lo exige la ley en cuanto a la recaudación por las denuncias de tráfico.
Por otro lado, el supuesto afán recaudatorio del Servei Català de Trànsit queda entredicho, cuando esta administración no invierte lo suficiente en el mantenimiento de los radares ni en la compra de nuevos cinemómetros para sustituir los aparatos del siglo pasado con los que todavía trabajan las policías, radares que están obsoletos y dan muchos errores.
Hoy en día, no hay suficientes aparatos cinemómetros para trabajar correctamente, tal y como les expuse por el conductor reglamentario a la superioridad. Los nuevos radares que funcionan por láser, hay muy pocas unidades, pero tampoco son la panacea, ya qué no son adecuados para según qué tipo de controles y para qué tipo de vehículos se quieran detectar. Hay un modelo de radar que funciona muy bien en casi todos los tipos de controles y para detectar todas categorías de vehículos, pero de esos radares hay pocos y no en todos los sectores. No puedo ser más explícito.
Para otro ejemplo de la falta de inversión, desinterés o la mala gestión de la Generalitat en cuanto a los radares, les hago dos preguntas: ¿recuerdan los aparatos que fueron quemados y destrozados en los años del Procés? Pues ¿Cuántos de aquellos radares fijos y de tramo que fueron saboteados han sido reparados o sustituido a fecha de hoy?
Mi percepción, opinión, ética y
exigencia profesional sobre el trabajo del radar no ha cambiado por estar ahora
trabajando en él, en su día denuncié ciertas malas praxis en los controles de
velocidad, por señalización y velocidades erróneas, por disfraces y adhesivos
utilizados, por exponer la seguridad de los agentes y los usuarios de la
carretera, etc… y lo volveré hacer si volvieran a realizarse.
Para acabar, les digo que continúo trabajando por un solo fin, la
seguridad en la carretera y aunque sea en el radar por
obediencia jerárquica debida y obligada, nada ni nadie me convencerá para
hacer nada que no entre en los parámetros legales, éticos y responsables,
momento bueno para decirles que niego a la mayor que los operadores del
radar tengan alguna compensación, económica u otra, NINGUNA, por descontado. Tampoco
existe ninguna presión por parte de la superioridad para hacer un mínimo de
fotografías-infracciones, al menos en mi entorno desde que estoy realizando
dicha función.
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