sábado, 19 de noviembre de 2022

LA SEGURIDAD PÚBLICA SOMETIDA AL LOBBY ANTIPOLICIAL

LOBBY: Grupo de personas influyentes, organización para presionar en favor de determinados intereses.

Aquellos que se propusieron tener bien atada a la policía, así como debilitar, descreditar y desanimar a sus agentes de la autoridad, están teniendo sus frutos.

Según las noticias, aunque desmentidas por las administraciones de turno, la inseguridad en las ciudades y pueblos va en aumento. Se oyen críticas de la población por la falta de patrullas, por el retraso de la policía a los requerimientos, por la cita previa impuesta por la GenCat en pandemia y que ya se ha quedado, por la inacción de las FCS en actos delictivos como cortes de calles, okupaciones de viviendas y cultivos de marihuana, por el aumento de accidentes de tráfico… Críticas que sabemos todos que son ciertas y legítimas para exigir a los gobiernos el derecho a la seguridad pública y pedir responsabilidades teniendo en cuenta por ejemplo el compromiso de la Policia de la Generalitat Mossos d’Esquadra recogido es su Carta de Serveis, por cierto, carta que deberían de ser revisada, pues la última es del año 2009.

El movimiento contra la policía, yo lo considero un lobby, en Cataluña tiene como antecesor el histórico sentimiento de prejuicios y antipatías hacia los agentes de la autoridad, arraigado fuertemente en buena parte de población catalana. A partir del 2011, el sentimiento contra la policía se transforma en organización, lobby, aprovechando la crisis económica, social y política, en manos del gobierno pernicioso del Sr. Artur Mas (el Recortador) ya que estando su partido en la UCI por la pérdida de votos y el peso cada vez más insoportable por el 3%, se ve obligado a dar concesiones a partidos antisistema para mantenerse Don Arturo y su colación en la poltrona del Palau de la Generalitat.

En este punto, las CUP y sus análogas asociaciones antisistema que tienen entre sus máximas el acoso y derribo de las FCS, principalmente de la Policia de la Generalitat, incrementan las acciones reivindicativas con violencia y especial confrontación contra los mossos. Los antisistema aprovechan los efectos nocivos de los recortes de Arturo que ha debilitado la efectividad de la policía por la falta de medios y formación.

Es posible que la chispa que encendió la caja de los truenos fue el 27 de mayo del 2011 por el operativo policial para el desalojo de la plaza Cataluña de Barcelona, ocupada hacía dos semanas por el movimiento 15M. El dispositivo conjunto de mossos y guardia urbana, dirigido por el Conseller de Interior Felip Puig con la aprobación del alcalde en funciones Jordi Hereu, los mossos la realizaron en medio de un conflicto laboral contra los recortes de Don Arturo, por lo que faltaron unidades de orden público. 

A este desalojo accidentado y muy criticado, les siguieron más manifestaciones y huelgas generales qué, como denominador común todas finalizaban con actos violentos, destrozos urbanos y ataques contra las fuerzas de orden.

En una de esas manifestaciones, la del 14 de noviembre de 2012 por la huelga general europea contra las políticas de austeridad, la señora Esther Quintana sufre la pérdida de un ojo como consecuencia de una pelota de goma de la policía. Las primeras declaraciones y posteriores comparecencias en el Parlament, el Conseller de Interior Felip Puig negaba a la mayor que esa grabe lesión de la Sra. Quintana fuera consecuencia de un proyectil de la policía. El tiempo y la justicia desacreditaron al Conseller y a los informes del Comisario Pla, dimitiendo el primero, pero al segundo ni una información reservada se le abrió, así como se condenó a la Generalitat a indemnizar a la Sra. Quintana. Este caso fue utilizado por el lobby para crear una comisión en el Parlament (abril del 2013) sobre el modelo de orden público y material antidisturbios, que concluyó con el acuerdo a la prohibición (mossos) de las pelotas de goma a partir de abril de 2014.

Imagen informativos Telecinco

Se prohíben las pelotas de goma y se sustituyen por los proyectiles de Foam, pero que tampoco es del agrado del lobby antipolicía. Los manifestantes que van con la cara tapada exigen que los mossos lleven bien grande el número de identificación. Los manifestantes que lanzan adoquines, cohetes pirotécnicos y cocteles molotov exigen que los mossos no utilicen ningún tipo de material antidisturbios como los proyectiles… Así el lobby va ganando la partida contra la policía gracias a gobiernos y jefaturas sometidas a los intereses partidistas y personales que ceden a las demandas de partidos antisistema contra la seguridad pública y la integridad de los agentes de la autoridad, que cada vez tienen menos de autoridad.  

Las manifestaciones y huelgas generales por las políticas funestas ante la crisis dejaron paso a las movidas por el Procés, ya que por el 2015 la economía empezó a remontar, pero Convergencia seguía haciendo aguas (metáfora marinera que tanto le gustan a Don Arturo). El Presidente Mas y su corte, con la excusa de los tijeretazos al Estut por parte del Estado, pero en la trastienda había el descalabro de votos y la sombra del 3%, vieron la luz en la Estelada, pues se disfrazaron de independentistas y se coalicionaron con ERC y otros para formar la candidatura de Junts x Si para salvar los sueldos.

Todo y ganar las elecciones el conglomerado de Junts x Si, tuvieron que someterse a las componendas de los antisistema de la CUP, que pidieron la cabeza de Don Arturo y este tubo que abdicar en favor del alcalde de Girona Don Carles Puigdemont, que nos iba a salir caro, muy caro para los catalanes y españoles en general.

En Cataluña, de la crisis económica pasamos a la crisis del Procés. Los catalanes como titula Albert Soler en su libro “nos cansamos de vivir bien” una buena parte de la población se radicalizó a los mandamientos de la nueva fe, donde el líder era Su Señor Puigdemont, los discípulos sus Consellers, el Credo la Independencia de Catalunya y las procesiones era responsabilidad de la Cofradía de los CDR.

Al Lobby anterior de los antisistema, ahora se suma el propio gobierno catalán y sus asociaciones (subvencionadas). Desde el edificio de la Plaza St. Jaume qué, históricamente, siempre ha mirado la función policial en Cataluña con recelo, eclosiona en una disfunción bipolar: siendo el Dr. JeKyll el Govern autonómico responsable de la seguridad pública y Mr. Hyde el Govern Independentista que pone en jaque la Ley. Para hacer realidad las promesas del Procés, la policía se convirtió en una piedra en el zapato, pues para las futuras manifestaciones, actos ilegales como ocupaciones de espacios públicos, cortes de carreteras, Tsunamis y culminar con el Referéndum, los Mossos en concreto (pero también las Policías Locales) deberían de ser atados en corto, debilitados, desarmados y siguiendo la estrategia Sharp (Golpe de Estado Blando) se esforzaron en generar un estigma en la sociedad para desacreditar y desmoralizar a la policía, calumniando e injuriando a los agentes de la autoridad señalándolos de opresores que no respetan los derechos humanos, que utilizan la violencia de forma gratuita y con vínculos a ideologías fascistas.

Los intereses del Govern que no iban más allá del Procés, significó un parón en las políticas de gestión de los servicios públicos, pues evidentemente fueron más austeras en las inversiones al departamento de interior. La falta de inversión de aquellos años en la policía tuvo y todavía se nota hoy sus consecuencias en la decadencia profesional por la reducción de efectivos, medios y formación que afectan muy directamente a la seguridad pública y a sus agentes, principalmente a las escalas inferiores. Años de acoso y derribo a la policía, falta de apoyo institucional, el señalamiento gratuito de partidos políticos, asociaciones y medios de comunicación…ha cuajado en la sociedad y ha afectado al colectivo.

Como nos dijo ayer un histórico y referente mando de policía, en un encuentro de amigos todos de diferentes FCS “hoy la policía se compone mayoritariamente de funcionarios que no quieren problemas, el policía vocacional valiente está en extinción”

Recientemente, el Lobby ha vuelto a dar otra vuelta más de tuerca promoviendo otra comisión en el Parlament, esta vez para más poderío, la preside la CUP. El objetivo, dicen, es crear un nuevo modelo de policía en Cataluña con la voluntad de implantar mecanismos independientes de control, revisar nuevamente el modelo de orden público, transparencia en la información de datos y la fiscalización de las actuaciones policiales. En fin, harán lo que quieran aquellos que no respetan la seguridad pública y a los agentes de la autoridad, más control de la policial para facilitar la violencia urbana.

Es evidente que si existió un modelo policial en Cataluña ha sido un fracaso, gracias a las interesadas políticas de los Governs, al poder del Lobby antipolicía y al bajo perfil sometido al partidismo de las jefaturas de esta última década. La seguridad pública está en jaque sin luz en el horizonte, más cuando los responsables políticos siguen con sus fanfarrias de feminización del cuerpo y su apuesta en conquistar las costas de la Catalunya Mare Nostrum en contrapartida de aumentar los efectivos y medios en tierra, por lo que proliferan los cuerpos de Vigilantes o Guardias Municipales por la falta de patrullas de Mossos d’Esquadra, aumenta la inseguridad, los accidentes de tráfico… 

CARPE DÍEM POLICE

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