LOBBY: Grupo de personas influyentes, organización para presionar en favor de determinados intereses.
Aquellos que se propusieron tener
bien atada a la policía, así como debilitar, descreditar y desanimar a sus
agentes de la autoridad, están teniendo sus frutos.
Según las noticias, aunque
desmentidas por las administraciones de turno, la inseguridad en las ciudades y
pueblos va en aumento. Se oyen críticas de la población por la falta de patrullas,
por el retraso de la policía a los requerimientos, por la cita previa impuesta
por la GenCat en pandemia y que ya se ha quedado, por la inacción de las FCS en
actos delictivos como cortes de calles, okupaciones de viviendas y cultivos de
marihuana, por el aumento de accidentes de tráfico… Críticas que sabemos todos que
son ciertas y legítimas para exigir a los gobiernos el derecho a la seguridad
pública y pedir responsabilidades teniendo en cuenta por ejemplo el compromiso
de la Policia de la Generalitat Mossos d’Esquadra recogido es su Carta de
Serveis, por cierto, carta que deberían de ser revisada, pues la última es del
año 2009.
El movimiento contra la policía, yo
lo considero un lobby, en Cataluña tiene como antecesor el histórico sentimiento
de prejuicios y antipatías hacia los agentes de la autoridad, arraigado
fuertemente en buena parte de población catalana. A partir del 2011, el sentimiento
contra la policía se transforma en organización, lobby, aprovechando la crisis
económica, social y política, en manos del gobierno pernicioso del Sr. Artur
Mas (el Recortador) ya que estando su partido en la UCI por la pérdida de votos
y el peso cada vez más insoportable por el 3%, se ve obligado a dar concesiones
a partidos antisistema para mantenerse Don Arturo y su colación en la poltrona
del Palau de la Generalitat.
En este punto, las CUP y sus
análogas asociaciones antisistema que tienen entre sus máximas el acoso y
derribo de las FCS, principalmente de la Policia de la Generalitat, incrementan
las acciones reivindicativas con violencia y especial confrontación contra los
mossos. Los antisistema aprovechan los efectos nocivos de los recortes de
Arturo que ha debilitado la efectividad de la policía por la falta de medios y
formación.
Es posible que la chispa que encendió la caja de los truenos fue el 27 de mayo del 2011 por el operativo policial para el desalojo de la plaza Cataluña de Barcelona, ocupada hacía dos semanas por el movimiento 15M. El dispositivo conjunto de mossos y guardia urbana, dirigido por el Conseller de Interior Felip Puig con la aprobación del alcalde en funciones Jordi Hereu, los mossos la realizaron en medio de un conflicto laboral contra los recortes de Don Arturo, por lo que faltaron unidades de orden público.
A este desalojo accidentado y muy criticado, les siguieron más manifestaciones y huelgas generales qué, como denominador común todas finalizaban con actos violentos, destrozos urbanos y ataques contra las fuerzas de orden.
En una de esas manifestaciones, la
del 14 de noviembre de 2012 por la huelga general europea contra las políticas
de austeridad, la señora Esther Quintana sufre la pérdida de un ojo como
consecuencia de una pelota de goma de la policía. Las primeras declaraciones y
posteriores comparecencias en el Parlament, el Conseller de Interior Felip Puig
negaba a la mayor que esa grabe lesión de la Sra. Quintana fuera consecuencia
de un proyectil de la policía. El tiempo y la justicia desacreditaron al
Conseller y a los informes del Comisario Pla, dimitiendo el primero, pero al
segundo ni una información reservada se le abrió, así como se condenó a la
Generalitat a indemnizar a la Sra. Quintana. Este caso fue utilizado por el lobby
para crear una comisión en el Parlament (abril del 2013) sobre el modelo de
orden público y material antidisturbios, que concluyó con el acuerdo a la prohibición
(mossos) de las pelotas de goma a partir de abril de 2014.
Se prohíben las pelotas de goma y
se sustituyen por los proyectiles de Foam, pero que tampoco es del agrado del
lobby antipolicía. Los manifestantes que van con la cara tapada exigen que los
mossos lleven bien grande el número de identificación. Los manifestantes que lanzan
adoquines, cohetes pirotécnicos y cocteles molotov exigen que los mossos no
utilicen ningún tipo de material antidisturbios como los proyectiles… Así el
lobby va ganando la partida contra la policía gracias a gobiernos y jefaturas sometidas
a los intereses partidistas y personales que ceden a las demandas de partidos
antisistema contra la seguridad pública y la integridad de los agentes de la
autoridad, que cada vez tienen menos de autoridad.
Las manifestaciones y huelgas
generales por las políticas funestas ante la crisis dejaron paso a las movidas
por el Procés, ya que por el 2015 la economía empezó a remontar, pero Convergencia
seguía haciendo aguas (metáfora marinera que tanto le gustan a Don Arturo). El
Presidente Mas y su corte, con la excusa de los tijeretazos al Estut por parte
del Estado, pero en la trastienda había el descalabro de votos y la sombra del
3%, vieron la luz en la Estelada, pues se disfrazaron de independentistas y se
coalicionaron con ERC y otros para formar la candidatura de Junts x Si para
salvar los sueldos.
Todo y ganar las elecciones el
conglomerado de Junts x Si, tuvieron que someterse a las componendas de los
antisistema de la CUP, que pidieron la cabeza de Don Arturo y este tubo que abdicar
en favor del alcalde de Girona Don Carles Puigdemont, que nos iba a salir caro,
muy caro para los catalanes y españoles en general.
En Cataluña, de la crisis
económica pasamos a la crisis del Procés. Los catalanes como titula Albert
Soler en su libro “nos cansamos de vivir bien” una buena parte de la población
se radicalizó a los mandamientos de la nueva fe, donde el líder era Su Señor
Puigdemont, los discípulos sus Consellers, el Credo la Independencia de Catalunya
y las procesiones era responsabilidad de la Cofradía de los CDR.
Al Lobby anterior de los antisistema,
ahora se suma el propio gobierno catalán y sus asociaciones (subvencionadas). Desde
el edificio de la Plaza St. Jaume qué, históricamente, siempre ha mirado la
función policial en Cataluña con recelo, eclosiona en una
disfunción bipolar: siendo el Dr. JeKyll el Govern autonómico responsable de la
seguridad pública y Mr. Hyde el Govern Independentista que pone en jaque la Ley.
Para hacer realidad las promesas del Procés, la policía se convirtió en una
piedra en el zapato, pues para las futuras manifestaciones, actos ilegales como
ocupaciones de espacios públicos, cortes de carreteras, Tsunamis y culminar con
el Referéndum, los Mossos en concreto (pero también las Policías Locales) deberían
de ser atados en corto, debilitados, desarmados y siguiendo la estrategia Sharp
(Golpe de Estado Blando) se esforzaron en generar un estigma en la sociedad
para desacreditar y desmoralizar a la policía, calumniando e injuriando a los
agentes de la autoridad señalándolos de opresores que no respetan los derechos
humanos, que utilizan la violencia de forma gratuita y con vínculos a
ideologías fascistas.
Los intereses del Govern que no
iban más allá del Procés, significó un parón en las políticas de gestión de los
servicios públicos, pues evidentemente fueron más austeras en las inversiones al
departamento de interior. La falta de inversión de aquellos años en la policía tuvo y todavía se nota hoy sus consecuencias en la decadencia profesional por la reducción de efectivos,
medios y formación que afectan muy directamente a la seguridad pública y a sus
agentes, principalmente a las escalas inferiores. Años de acoso y derribo a la
policía, falta de apoyo institucional, el señalamiento gratuito de partidos
políticos, asociaciones y medios de comunicación…ha cuajado en la sociedad y ha
afectado al colectivo.
Como nos dijo ayer un histórico y
referente mando de policía, en un encuentro de amigos todos de diferentes FCS “hoy
la policía se compone mayoritariamente de funcionarios que no quieren problemas,
el policía vocacional valiente está en extinción”
Recientemente, el Lobby ha vuelto a dar otra vuelta más de tuerca promoviendo otra comisión en el Parlament, esta
vez para más poderío, la preside la CUP. El objetivo, dicen, es crear un nuevo
modelo de policía en Cataluña con la voluntad de implantar mecanismos
independientes de control, revisar nuevamente el modelo de orden público,
transparencia en la información de datos y la fiscalización de las actuaciones
policiales. En fin, harán lo que quieran aquellos que no respetan la seguridad
pública y a los agentes de la autoridad, más control de la policial para facilitar
la violencia urbana.
Es evidente que si existió un modelo policial en Cataluña ha sido un fracaso, gracias a las interesadas políticas de los Governs, al poder del Lobby antipolicía y al bajo perfil sometido al partidismo de las jefaturas de esta última década. La seguridad pública está en jaque sin luz en el horizonte, más cuando los responsables políticos siguen con sus fanfarrias de feminización del cuerpo y su apuesta en conquistar las costas de la Catalunya Mare Nostrum en contrapartida de aumentar los efectivos y medios en tierra, por lo que proliferan los cuerpos de Vigilantes o Guardias Municipales por la falta de patrullas de Mossos d’Esquadra, aumenta la inseguridad, los accidentes de tráfico…
CARPE DÍEM POLICE
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