miércoles, 22 de octubre de 2025

TRIUNFITOS, una especie invasora.

 TRIUNFITO: 1º_ Diminutivo de triunfo. 2º_ Nombre que se da en España a los ganadores o participantes de un programa de televisión llamado Operación Triunfo. 

 En mi léxico personal y en el ámbito profesional, nombro Triunfitos a aquellos policías emergentes, de la tropa y también mandos, que más que vienen empujando a las generaciones veteranas, han llegado a mi entorno laboral como un elefante en una cacharrería, arrollando, menospreciando e incluso alguno se atreve o mejor dicho intenta aleccionar y/o demostrar que "él" es un profesional y muy trabajador y "tú" un gandul. 

 Llevo mucho tiempo observando a estas nuevas incorporaciones, que no son novatos en el oficio de policía ni tampoco muchos de ellos/as son nuevos en la especialidad de tráfico. La mayoría llevaran más de un trienio en el Cos, ya sea en seguridad ciudadana o tráfico, pero sin saber ni quiero saber de dónde provienen, han debido trabajar sin ningún control jerárquico, sin que nadie les inculque los valores éticos, profesionales y sobre todo, el principio básico del respeto a los ciudadanos y también a sus iguales y superiores del Cos o del resto de FCS.

 Este fin de semana pasado, patrullando con un compañero que también continúa picando piedra en el asfalto de la carretera desde 1998, debatimos el tema de los triunfitos y, una de las mayores diferencias entre nuestra generación y la de estos nuevos policías del tráfico es que nosotros cuando abrimos el melón del Trànsit en Mossos vivimos unos años que lamentablemente había muchos accidentes de tráfico y la prioridad era esa y también la ayuda y asistencia a los usuarios de las carreteras. Las denuncias se realizaban en papel, casi todas notificadas y los mandos supervisaban que tipo de denuncias realizaba cada agente. Todo y que éramos muchas más patrullas uniformadas que las que salen hoy por turno, no había mucho tiempo para pensar que hacer, entre accidentes y asistencias, realizábamos muchos más controles de los que actualmente se hacen.  

 Hoy, los nuevos agentes de tráfico trabajan con tabletas digitales, por lo que los mandos directos no tienen ni idea de lo que denuncian. Trabajan priorizando sus gustos, unos persiguiendo "gamusinos" en la autopista (los hurtos del modus peruanos), otros no salen de los caladeros haciendo chupar el algodón de los kits de drogas... pero la mayoría de estos nuevos especialistas del tráfico, no les gusta trabajar los accidentes, menos las asistencias y no tienen ni idea de que existen los informes de carreteras para mejorar la señalización o informar de los daños de la vía. Demuestran ser unos iletrados en normativa pero casi todos unos justicieros haciendo un uso indiscriminado de la denuncia sin notificar (llamada en nuestro argot tomahawk) cuando aplican más la interpretación de la norma que la objetividad de los hechos como por ejemplo el exceso de denuncias temerarias cuando en realidad son conductas negligentes, adelantamientos o velocidades elevadas con concreción de las circunstancias que se deberían de redactar.

 Los triunfitos carecen de valores éticos, respeto y cuanto más los conoces al trabajar con ellos/as, evidencian una falta preocupante de profesionalidad, ya sea por la mala formación que han tenido y como dije antes, por la escasa fiscalización de su trabajo por parte de los mandos y del exceso de libertad que se les deja para hacer lo que quieran y como quieren. También muchos de ellos/as presentan un exceso de prepotencia y soberbia que mezcladas con una mínima modestia, el resultado es un policía que menosprecia a los policías con décadas de experiencia e ignoran cualquier consejo que les puedas dar para su seguridad, información o formación.   

 La proliferación de los triunfitos y la falta de su control profesional, solo beneficia al augmento de los palotes que tanto promueven la jerarquía pero que desacredita a la especialidad de tráfico y en general a la profesión de Policía, son PAN PARA HOY, HAMBRE PARA MAÑANA.

domingo, 5 de octubre de 2025

Mis 545 días en la Policía Local

  Después de mi paso por el Ejército Español, en la Compañía de Operaciones Especiales (COE42 - GOEIV), luego por la seguridad privada en la empresa PROTECSA, en abril de 1991 el Ayuntamiento de Sant Sadurní d'Anoia me abrió las puertas a la seguridad pública para trabajar en la Policía Local. Siempre estaré agradecido a dicho municipio y en especial a mi querido compañero Ramón Gelonch que me animó a dar el importantísimo paso y, que marcó mi vida profesional.   


 Después de pasar las pruebas de selección para una plaza de agente de la Policía Local, me incorporé de inmediato a la plantilla, la cual se componía en aquel tiempo de un sargento jefe, un cabo y creo recordar once guardias, incluyendo mi querido Sr. Codorniu, el agente más veterano a puertas de la jubilación que trabajaba en la recepción, centralita de teléfono y atendiendo la emisora, siempre de lunes a viernes, en el turno de tarde, toda una institución en dicha PL.

  
 Recuerdo como si fuera hoy, la primera reunión con el sargento jefe de la PL Joan García, que provenía de la Guardia Urbana de Badalona. Tres preguntas y un sabio consejo: 
- ¿Conoces la Constitución Española? Si.
- ¿Conoces el Código Penal? No mucho. 
- ¿Sabes diferenciar entre infracción penal y administrativa? Más o menos, con dificultades. 
 Después de las tres preguntas y mis tres respuestas, el sargento se comprometió a formarme con urgencia siempre que yo pusiera el mayor interés posible, cosa que él cumplió y yo también. 
 El consejo, que siempre lo he llevado gravado hasta el día de hoy, fue "Para ser un buen agente de la autoridad, primero debes creértelo y luego podrás hacerte respetar, pero siempre siendo tú respetuoso en todo".


 Me entregaron el uniforme, la credencial con mi número de agente 115 y un plano del municipio, que fue lo primero que memoricé antes que las ordenanzas y el Código Penal. Gracias a la ayuda de mis compañeros me adapté muy pronto al nuevo trabajo, cada día era un aprendizaje, un cúmulo de experiencias y anécdotas que me iban formando, gracias y sobre todo, a los compañeros con los que más coincidía en los turnos, en concreto con los agentes José Granados, Miguel Espejo y Francisco Sánchez, así como con el cabo Francesc Navarro. También fueron importantes en mi docencia como policía local los demás compañeros que formaban la plantilla: Ramón Gelonch, Jose Luís Rodríguez, Quim Reixach, Miquel Viñals, Juan Oporto y Francisco P Trinidad, espero no haberme olvidado de algún compañero, creo que no, en tal caso pediría por ello mil perdones. 


 Recuerdo con especial cariño los turnos que pasé con Granados, ya en aquel tiempo era un agente mayor, muy veterano que rompía todos los estereotipos como agente de policía. Muy moreno, con las manos y dedos muy castigados por sus trabajos que continuaba haciendo en el huerto y su pasión por la caza y sus perros. Presentaba un cuerpo con mucho sobrepeso, por lo que era muy gracioso verlo conducir la furgoneta Opel Midi girando el volante casi perpendicular. La falta de soltura en la redacción de denuncias, oficios y atestados, la compensaba con creces con su experiencia, conocimientos de la profesión, del territorio y sobre todo de las personas, conocía hasta varias generaciones de los ciudadanos del pueblo. Fue un grandísimo compañero. 
 Todos fueron muy buenos referentes y excelentes compañeros. De los mandos, recuerdo con especial admiración al entonces cabo Navarro, por sus dotes de gestión y liderazgo, siempre estaba ahí, nunca dio un esquivo a ningún problema o incidente. 
 
 La Policía Local de St. Sadurní tenía estrecha relación con el Puesto de la Guardia Civil que existía en aquellos años en el municipio. El Puesto estaba comandado por el sargento Bernardo, un personaje casi de literatura de la vieja escuela Benemérita. Lo recuerdo como un jefe malhumorado, rancio y despótico, al que se le notaba en demasía sus prejuicios hacia los otros cuerpos policiales. 
 La anécdota más remarcable con este personaje fue cuando apareció una maleta en el bar de Freixenet, estando Cataluña amenazada por el terrorismo de ETA y los últimos coletazos de Terra Lliure, ya que estábamos en  periodo de pre-Olimpiadas de Barcelona 1992. Los VJ de Freixenet nos avisaron primero a nosotros, a la PL y, cuando se comprobó la existencia de dicha maleta y la ausencia de información sobre la propiedad y el origen, se solicitó la presencia de la GC, después de desalojar dicho bar y la nave adyacente. Cuando llegó la primera patrulla de la GC, en ella iba el Sgto. Bernardo, sin casi mediar palabra entró en el bar, cogió la maleta y de dio una patada sin saber que había en su interior. En ese momento, creo que le cambió la cara al ver las nuestras de estupefacción e incredulidad... había jugado con la vida de todos los presente y la suya, por su prepotencia. No tuvo bastante con esa irresponsabilidad que se superó, cogiendo la maleta y se la llevó al hospital para pasarla por RX. Ese era el nivel cortijero y esperpéntico del mando de Puesto de la GC de St. Sadurní d'Anoia. Para más inri, unas semanas después de ese incidente, se desactivó un artefacto explosivo colocado por Terra Lliure en la subestación de FECSA situado a pocos metros de la entrada de Freixenet y la estación de Renfe... La amenaza terrorista en Sant Sadurní no estaba a la altura del patetismo del Sgto. de la Guardia Civil. 

 
 Dejando atrás ese personaje oscuro, paso a recordar con gratitud la relación que teníamos con la Casa Dels Avis (geriátrico) del municipio, en especial con una de sus trabajadoras, Toñi, con quien pasábamos ratos del turno de noches entre cafés y charlas, que gracias a ella, se hacían más llevaderas las horas interminables, en especial las noches de invierno. 

 Como he mencionado con anterioridad, de esos 545 días que trabajé en la PL, la mayoría fueron en pre y en Olimpiadas del 92, donde Sant Sadurní d'Anoia fue subsede olímpica en hockey patines y ciclismo en ruta. 



 Fueron meses de mucho trabajo pero vivirlos fue un privilegio tanto desde en el ámbito profesional como personal, que pude disfrutar del ambiente olímpico que vivimos, incluso tuve la suerte de poder asistir a la ceremonia de apertura (ensayo del día 24 de julio de 1992) de los JJOO de Barcelona.

 No tengo fotos de mi etapa en la PL, solo una y, permítanme que la comparta todo en el contexto humorístico. 


 Durante ese año y poco más de 6 meses que trabajé en la PL de Sant Sadurní, tuve mis momentos de reivindicación, ya que mi vinculación con la entidad era de contratado laboral, una figura un tanto irregular todo y estar normalizada en muchas policías locales, pero a mí me chirriaba en mis adentros.
 Me moví de forma individual, sin ayuda de sindicatos, hasta conseguir una entrevista con el entonces asesor Coordinador de Policies Locals de la Generalitat de Catalunya, el Sr. Joan Delort, que no sirvió de nada, solo para empezar a conocer los personajes triunfitos de la seguridad publica en Cataluña que han sobrevivido y enriquecido durante décadas gracias a sus aptitudes grasientamente cooperantes con la política de turno.

 Todo y mis positivos recuerdos en la Policía Local, comparado con el trabajo que he realizado tantos años en el Cos de Mossos, no fue siempre fácil el resolver los incidentes, ya que se trabajaba siempre solo con tu binomio, sin otra patrulla cercana que te apoyase, con medios muy reducidos y con una formación mínima... pero los resolvíamos siempre y gracias a Dios sin lamentar mayores. No había móviles y por la noche dejábamos conectado el interfono del Ayuntamiento y un dispositivo que nos avisaban de las llamadas al fijo en el coche patrulla si éramos requeridos para emergencias sanitarias, servicio de farmacia de guardia, del hospital, incidentes vecinales o accidentes de tráfico, incluso fuera del municipio que por ausencia de patrullas de la GC realizábamos los primeras actuaciones y al día siguiente se las pasábamos. Fue un aprendizaje en tiempo récord pero muy muy gratificante profesionalmente. 

 Poca interacción tuve con el Cos de Mossos d'Esquadra en esa etapa, ya que ellos solo tenían presencia institucional en Barcelona y casi ninguna en comarcas. En las 4 provincias de Cataluña existían las Comisarias Territoriales de los Mossos. Si se lo solicitaban los ayuntamientos, daban apoyo a las Policías Locales, en concreto para las fiestas mayores de los pueblos.
 El Sgto. Jefe de la PL solicitó apoyo a los Mossos para el día fuerte de la Fiesta Mayor. Vino un furgón con 9 agentes. Los mossos y el jefe de la PL cenaron a cuenta del ayuntamiento, luego se desplegaron por el recinto de las fiestas y la zona de concierto, pero cuando llegaron las 4 de la madrugada se fueron para Barcelona alegando que plegaban a las 6h... y Chim Pum.
   
 También tuve la suerte, aunque solo fue efímera, de empezar una formación para Policías Locales que realizaba el Ayuntamiento del Hospitalet del Llobregat, al margen de la formación reglada ya existente en Mollet por la Escola de Policies de Catalunya. Aquella formación, a la que solo pude asistir dos meses por acceder a la EPC como aspirante a Mossos el 5 de octubre de 1992, me dejó un excelente sabor de boca, por el nivel profesional de los docentes y los contenidos, todos los profesores e instructores eran policías locales, abogados y jueces muy próximos al mundo policial... muy diferentes de los perfiles docentes e instructores que me encontraría en la EPC. 

 Cuando vi en el DOGC el listado de admitidos para iniciar el curso básico de policía en la EPC, en el que yo aparecía admitido, inmediatamente llamé al Sgto. García, más que para informarle fue para pedirle consejo, ya que en esos momentos estaba inseguro en si decidía dar el paso a Mossos o por contra quedarme en la Policía Local. El sargento fue muy sincero, me dijo literalmente "si me lo hubieses planteado unos años antes, te hubiese dicho que no te fueras a Mossos, en mi opinión era como un ejército de Pancho Villa... hoy te digo que en el Cos de Mossos tienes un futuro mucho más grande del que te puede dar la Policía Local, es un cuerpo que se expandirá en territorio y competencias, no te dejes convencer por el regidor que quiere que te quedes, haz el paso y te deseo mucha suerte Ramón". Nunca olvidaré sus consejos. 

 Aquel 5 de octubre de 1992 causé baja de la Policia Local de Sant Sadurní d'Anoia y alta en el Generalitat de Catalunya hasta el día de hoy. 

 Esta entrada recuerdo en el Blog Giromátrix de mis 545 días en la Policía Local es un reconocimiento al gran trabajo que realizan todas las policías locales, municipales, guardias urbanas... y en especial a los que fueron mis compañeros en Sant Sadurní d'Anoia que han sido mis referentes durante toda mi trayectoria profesional en este mundo de la seguridad pública. Gracias.    



 

      

TRIUNFITOS, una especie invasora.

  TRIUNFITO : 1º_ Diminutivo de triunfo. 2º_ Nombre que se da en España a los ganadores o participantes de un programa de televisión llamado...