"Los pasos de barrera en las medianas -o transfer en el argot de la carretera- se pueden abrir en todo tipo de vías, por motivos y en situaciones diversas, especialmente en momentos de mucha congestión -fines de semana, operaciones especiales...- en los accesos a grandes ciudades, para ganar un carril adicional en el sentido contrario."
Así se define EL TRANSFER en el artículo publicado el día 30
de septiembre de 2021 en la revista Tráfico y Seguridad Vial de la Dirección
General de Tráfico.
https://revista.dgt.es/es/reportajes/2021/10OCTUBRE/1007-Pasos-de-mediana.shtml
En más de 25 años trabajando para la seguridad viaria, he montado, revisado y desmontado muchas medidas extraordinarias con el objetivo de agilizar el tráfico en las operaciones de salidas y retornos de periodos vacacionales, puentes festivos, fines de semana puntuales y otras medidas para minimizar los problemas circulatorios, como por ejemplo los cortes de carreteras por motivos reivindicativos.
De todas las medidas extraordinarias que se pueden montar en las carreteras para descongestionar el tráfico, la que más me provoca rechazo y preocupación por la seguridad de los usuarios de la vía, son los transfer o puertas antiatascos, más cuando se montan en vías rápidas como autopistas y autovías.
Las primeras medidas extraordinarias que monté fueron en la carretera que hoy sería la carretera C35, entre la salida de la autopista de Maçanet de la Selva y el enlace con la antigua comarcal C250, hoy C65 en el municipio de Llagostera. Era un tramo de carretera con un solo carril para cada sentido de circulación y separados por una línea longitudinal que, en operaciones especiales, los dos carriles existentes se convertían en tres, dos en un sentido y uno en el otro, separados únicamente por conos. Nunca olvidaré la preocupación de inseguridad que tenía al conducir por aquellos carriles excesivamente estrechos delimitados solo los conos, que muchas veces se interponían en la trazada al ser pisados por otros vehículos y la sensación de peligro aumenta cuando anochecía, por la disminución de visibilidad y el deslumbramiento por los vehículos que circulaban en sentido contrario. Como anécdota, si así se puede decir, recuerdo a un mando de una policía extranjera que vino de "convivencias" a Cataluña y, aprovechando el montaje de dichas medidas extraordinarias, se le paseó por la zona y su cara de acojonamiento, no dejó duda del rechazo por lo que vivió, llegando a manifestar algo así como: "están ustedes locos".
Pero como en todo, las mentes pensantes y sobre todo expertos en la gestión del tráfico se superan y, de una carretera comarcal, donde la velocidad genérica era de 100 km/h, hoy 90 km/h, se montaban y se siguen montando medidas extraordinarias, se pasó a montar los transfer en autopistas y autovías, donde la velocidad genérica sigue siendo de 120 km/h, pues el aumento del riesgo al que se les expone a todos los usuarios de la carretera, en mi opinión es injustificado para lo poco que solucionan dichas medidas extraordinarias.
El próximo martes, el Servei Català de Trànsit y el Departament de Interior como siempre, nos explicarán que la operación extraordinaria de Semana Santa se ha saldado exitosamente, con 590000 desplazamientos, 1719 mossos desplegados (casualidad de cifra), 1540 controles y subrayarán que ha sido gracias a la novedosa medida de la instalación de los dos transfer (carriles adicionales).
Sobre el número de efectivos que dicen que han trabajo para el dispositivo de Semana Santa, me ratifico en otras opiniones de los años anteriores, pues ni sumando los mossos que no pisan nunca asfalto, sería difícil llegar a la cifra de los 1719 efectivos desplegados de jueves a lunes.
Sobre los controles que dijeron que se realizarían, 1540, dudo mucho que se llegue a esa cifra, por la falta de efectivos, medios y este año más, por la lluvia que nos ha bendecido esta Semana Santa.
Y sobre el titular de la novedosa medida extraordinaria al "instalar por primera vez carriles adicionales en la AP7" pues no es novedosa, ya que el transfer en la autopista desde la Selva al Vallès ya se había instalado anteriormente.
Del transfer de la AP7 que se montó el Jueves Santo y se mantuvo hasta el día siguiente, Viernes Santo, voy a explicar cómo se señalizó y en mi opinión que poco o nada solucionó dicha medida a la congestión de la autopista en sentido norte por la operación salida, aunque el discurso institucional sea eufórico.
El carril adicional en la AP7 entre Montornès del Vallès y Sils, del quilómetro 135 al 79 sentido norte, se acabó de montar a primera hora del jueves, pero no se abrió a la circulación hasta media mañana.
En cuanto a la señalización. Los conductores que circulaban en sentido sud, antes de llegar a la zona del final del transfer para los que iban en sentido Francia, los usuarios que bajaban hacia Barcelona se encontraban con la reducción del tercer carril (izquierdo) previa señalización circunstancial (de obras - amarilla) de tamaño pequeño que en la autopista deberían de haber sido mucho más grandes: Señal de peligro (TP50), estrechamiento de calzada (TP17), velocidad máxima de 100 km/h (TR301), adelantamiento prohibido (TR305) y velocidad máxima a 80 km/h (TR301). Luego para separar el carril adicional de los otros dos existentes en la plataforma en sentido sud, colocaron conos pequeños y demasiado distanciados, que continuamente fueron pisados por el tráfico y/o desplazados por el viento, ocasionando un potencial peligro para la circulación.

Pasado el tramo de inicio del carril adicional (final del transfer para los que circulaban sentido Francia) los usuarios que circulaban sentido sud solo encontraban un panel luminoso que informaba de la velocidad máxima de 100 km/h y para camiones 80 km/h, a más de la prohibición de adelantar los camiones, hasta el final, en el PK 135, Montornès del Vallès.
La señalización de limitación de la velocidad a 100 km/h y camiones a 80 km/h, se hizo de forma chapucera e incorrectamente, puesto que se taparon las señales de velocidad a 120 km/h con papeles amarillos, que al poco salieron volando por el viento. Tampoco se colocaron las suficientes señales de limitación de velocidad a 100 km/h, como por ejemplo en las incorporaciones a la autopista, áreas de servicios y descanso, por lo tanto, según dice la norma, si un conductor accede a una carretera señalizada como una vía rápida, autovía o autopista como es el caso, la velocidad genérica es de 120 Km/h (aunque se tape la señal de limitación de 120), pues sino se coloca otra limitación de velocidad específica, la velocidad máxima seguirá siendo la genérica de autopista 120 km/h, por falta de señal específica.
No es necesario tener un Doctorado en Seguridad Vial para poderse hacer una idea del nivel de inseguridad viaria que corremos al transitar por una zona afectada por un carril adicional o transfer y más, si esta medida extraordinaria está tan precaria e irresponsablemente señalizada. Tampoco es necesario ser un experto en tráfico para dar por hecho que muchos conductores no respetarán las limitaciones de velocidad y reitero, más si la señalización de velocidad máxima es confusa o inexistente, por lo tanto, cuantos más boletos de lotería adquiramos, más probabilidades de tocar el gordo tenemos (disculpen la ironía).
El jueves y viernes presencié con el corazón en un puño, como transitaban los vehículos por la autopista en el transfer abierto y con tráfico en ambos sentidos, en la misma plataforma, separados únicamente por conos, circulando los vehículos a velocidades elevadas, no adecuadas y también excesivas. Por supuesto y como hago siempre en mis escritos, no voy a dar datos oficiales, si alguien que lea esta opinión y esté preocupado por el tema, deberá de pedir a las autoridades competentes los datos y estadísticas de vehículos controlados, infractores, usuarios que hicieron uso del transfer...

No tengo ni idea del coste económico que supone para la Administración Pública la contratación de una empresa privada para señalizar este tipo de medidas extraordinarias y, me da pereza hacer una búsqueda en la web de transparencia de la Generalitat para saberlo. Pero no dudo y doy por seguro, que se ha pagado un pastón para el montaje de los dos carriles adicionales de la AP7 y que Interior, el Servei Català de Trànsit y Mossos venderán a los medios informativos a bombo y platillo. Por contra, todo y el despendio que se habrá "invertido" en el operativo, los CUM LAUDE DEL TRÀNSIT no pensaron en contratar algunos servicios de grúas para tener preparadas por la zona afectada del transfer, por si había un accidente o avería mecánica y así garantizar una respuesta inmediata para restablecer la circulación en el menor tiempo posible. Por suerte, en las operaciones especiales, gracias a la voluntariedad de las pocas patrullas que trabajan, operarios de carreteras y la siempre protección de la Virgen de Montserrat, los incidentes no van a mayor y los que hay, no transcienden a la opinión pública.
Como no podía ser de otra forma, las Autoridades del Tráfico de Cataluña se han congratulado por el éxito de la operación salida de Semana Santa, jueves y viernes, haciendo énfasis en el balance, lo positivo que han sido los carriles adicionales de la AP7 para deshacer las congestiones.
En definitiva, opino que los transfer o puertas antiatascos no son una medida congruente, oportuna ni proporcional, siendo insegura y que comporta un riesgo elevado para todos los usuarios de la vía.