Esta será la primera entrada que escribo una dedicatoria, reconocimiento público y agradecimiento a una persona concreta. No será la última, pero me apetecía mucho que esta sea la primera.
Pocas veces o nunca, durante mi trayectoria profesional, he reconocido o agradecido a ningún mando del Cos de Mossos d'Esquadra, todo lo contrario, he sido casi siempre muy crítico con mis superiores. Una muestra de ello, lo intenté explicar en la entrada en este blog titulada "Falta de referentes"
En este Cos, he tenido un respeto personal por la mayoría de mis jefes, remarco respeto personal, menos para aquellos que han intentado tocarme y hundirme por solo ser crítico con sus ineptas aptitudes para mandar o liderar, nociva profesionalidad e incluso demostrada mala fe. Pero para muy pocos mandos he tenido el respeto y reconocimiento profesional, remarco respeto profesional, como referente y jefe de policía.
Uno de estos pocos jefes de policía de los mossos, que con los dedos de una mano serían suficientes para enumerar, es el comisario Javi Gámez.
La primera vez que tuve información de Gámez, fue cuando era Inspector Cap de la ABP del Gironès-Pla de l'Estany por los años 2008-09. No tuve la suerte de interaccionar nada con él, yo en mi mundo del escamote de tráfico y el inspector en el suyo de seguridad ciudadana, nunca coincidimos. Tan solo sabía que era un mando que procedía de la Guardia Civil de la escala de oficiales y accedió al Cos de Mossos por la oposición libre a inspector.
Sobre el 2011, el ya Intendente Gámez fue nombrado Sots Cap de la Regió Policial de Girona y en aquellos años, yo asumía la delegación sindical del CATME de Girona y región Central. Fue cuando empezamos a conocernos. Eran tiempos duros por la situación social de crisis económica y agravada por la crisis política, la confrontación entre la base y la jerarquía del Cos empezaba a ser muy tensa y acabó siendo muy conflictiva. En dicho escenario, las personalidades afloran sin caretas ni disfraces, los buenos y los malos profesionales y también personas, muestran sus mejores o sus peores cualidades.
En esos años que coincidimos 2010 al 2015, el entonces intendente y yo, mantuvimos muchas reuniones, conversaciones, intercambiamos muchos WhatsApp, todo por supuesto en un contexto profesional. Como he dicho, en aquellos momentos complicados, con situaciones muy tensas, él, a diferencia de otros mandos, mantuvo un comportamiento exquisito, respetuoso y de lo que más me admiró, su inigualable perfil de liderazgo, que en ningún otro mando he conocido en más de treinta años de profesión en el Cos.
Nunca he olvidado su compostura en las reuniones de región, donde sus silencios y sus miradas lo decían todo y cuando al final hablaba, era credo para todos, con sus conclusiones y compromisos que cumplió, siempre y cuando estuvieren en sus manos.
Recuerdo varios conflictos que lidiamos juntos, como horarios y turnos de los operadores de Sala, cacicadas de los mandos de ARRO contra sus agentes, también de los jefes de judicial, tráfico y seguridad ciudadana, problemas de inseguridad en las comisarías y un largo etcétera que siempre y para todo Gámez asumía la interlocución y nunca rehuyó de los "marrones"
El intendente, como pocos, mostró una capacidad de trabajo muy alta, con implicación y responsabilidad admirable, podía estar de fiesta o de vacaciones que siempre respondía a una llamada o mensaje con la consiguiente explicación o resolución.
Después de que dejara la función sindical sobre el año 2015, muy pocas veces he vuelto a coincidir en persona con Gámez, más cuando el Major Trapero lo nombró para su Prefectura y luego fue el responsable de Recursos Operativos. He seguido su trayectoria profesional en el Cos hasta que tuvo, perdón, le obligó la maldita enfermedad a distanciarse y dedicar con todas sus fuerzas y recursos a batallar contra la ELA.
El comisario Gámez ha sido un mando respetuoso que nunca le vi indiferencia y menosprecio hacia los agentes, o como otros jefes que niegan un saludo o un simple buenos días. No ha necesitado de la prepotencia o señalar a sus charreteras para imponer la superioridad, pues su profesionalidad, formación, seguridad y educación ha ganado el respeto de sus subordinados.
Con humanidad, vocación de servició público y cercano a todo el mundo, transmitiendo siempre los principios y valores de un policía de conciencia, hoy el comisario continúa sirviendo a la ciudadanía, en especial a los más necesitados. Gracias la periodista Anna Punsí, amiga en común, el mundo hemos podido saber de él, ahora directamente y mediante su acceso a las redes sociales se ha hecho público y viral su estado, las denuncias y reivindicaciones para el desbloqueo de la LEY ELA, así como conocer la GUIA que ha confeccionado para ganar autonomía las personas dependientes por enfermedad o accidentes.
Podría seguir enumerado muchas cualidades de un gran mando como fue y que siempre, eternamente seguirá siendo para mí un excelente jefe de policía, un referente en nuestra profesión, un ejemplo de servidor público, UN POLICÍA Y UNA EXCELENTE PERSONA EN MAYÚSCULAS.
GRACIAS COMISARIO
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