MOFATANIG
Acogiéndome a la libertad de expresión, hoy tan reivindicada y justificada
por el propio Govern de la Generalitat, me atrevo a dar mi opinión sobre la historia,
trayectoria y situación del Cos de Mossos d’Esquadra desde mi experiencia,
autoformación y crítica dolorosa hacia una Institución que no merece ser
criminalizada por unos y utilizada interesadamente por otros. En este escrito,
me centraré en la utilización política y partidista del Cos por parte de los
Governs.
A mediados de la década de los 90, en un rincón de la Cataluña central, en
el centro penitenciario de Brians (Sant Esteve de Sesrovires, Baix Llobregat)
aparece el movimiento reivindicativo y anónimo MOFATANIG en el entorno de un
“escamot” (grupo operativo de trabajo) que criticaba la precariedad,
menosprecio y la politización del Cos de Mossos d’Esquadra gestionada por el
Govern de CiU (Convergencia y Unió).
El 11 de julio de 1994, de la Llei 10/94 se aprueba la Llei de la Policia de la
Generalitat, Mossos d’Esquadra firmada por la Consellera de Governació M.
Eugenia Cuenca (Unió Democràtica de Catalunya) y el President de la Generalitat
Jordi Pujol (Convergència Democràtica de Catalunya). Esta ley, que se le llamó
en el sí del colectivo EL CRIMEN DE CUENCA, fue muy criticada por los
sindicatos del momento, especialmente por los representantes de la escala
Básica (mossos i caporals).
Mofatanig en su día ya denunciaban la politización de la Policia de la
Generalitat por parte del Govern de CiU, renombrando al Cos de Mossos
d’Esquadra como PoliCiU, dejando claro que más que politización se utilizaba
a los mossos de forma partidista, concretamente por el partido mayoritario de la colación, Convergència Democràtica.
Hoy, por las últimas manifestaciones violentas, a raíz del encarcelamiento
del multi reincidente Pablo Hasél y después de años de manifestaciones, concentraciones,
referéndums, cortes de carreteras y tsunamis, por la deriva política catalana
hacia una ensoñada independencia por una parte de la ciudadanía, el Cos de
Mossos d’Esquadra está en boca e interés de todos, siendo un saco de boxeo
donde se dirigen los golpes, iras, los males y las acusaciones provenientes de Cataluña
y del resto de España.
Después de décadas de existencia del Cos de Mossos d’Esquadra, es curioso
observar que la denuncia y crítica de la politización del Cos siempre ha
existido, pero anteriormente era una crítica interna de los mossos hacia las
categorías superiores y a la Conselleria, mientras que los últimos años la
crítica es externa hacia todo el Cuerpo.
Pues bien, al margen de los intereses de unos y los otros, interna o
externamente en denunciar a los Md’E como policía politizada y/o partidista
vuelvo al pasado para intentar resolver la ecuación de la fama como policía política.
Era evidente y así se respiraba en el colectivo, todo y el no reconocimiento explícito
por parte de los mossos, en especial de las escalas jerárquicas superiores, la
vinculación familiar, de filiación o simpatizante interesado en el “Partit”
(CDC) en la década de los noventa, hasta que CiU perdió las primeras elecciones
del 2003 en favor del Tripartit, encabezado por el President Pascual Maragall
(PSC). Aquella noche, de dolorosa derrota Convergente en mayo de 2003, hubo un
alto mando, todavía hoy en activo que entregó su credencial, para ponerse a disposición
del “Partit” Este es un ejemplo de supeditación a la voluntad partidista a
Convergencia.
Sindicatos de aquella época, podemos consultar revistas varias editadas
como por ejemplo del sindicat CATME l’Alternativa, pero de otros sindicatos todavía
existentes o con siglas diferentes (SAP, SME, APESME, SPC) centraban sus
críticas contra las escalas superiores por su servilismo y obediencia interesada
al Govern, Convergencia. A diferencia de hoy, en los años noventa, la crítica de
la escala básica hacia sus superiores por la utilización partidista del Cos era
mucho más generalizada y unida, sin prejuicios ideológicos de los agentes, en cambio
hoy, la politización a calado en todas las escalas, dividiendo el colectivo,
generalizo, en independentistas y no independentistas, casi desapareciendo la
crítica interna de la utilización política y/o partidista de los Mossos por
parte del Govern – Prefectura.
Quien llevamos muchos trienios en esta Casa, no tenemos duda del servilismo,
especialmente jerárquico hacia el “Partit” llegando a perder el principal
cometido de servicio público en pro del servicio para satisfacer, agradar o no
molestar a los superiores.
Otra utilización partidista del Cos, en este caso entre partidos políticos
en beneficio de sus intereses y perjuicio de la seguridad pública y de sus
agentes, son los pactos y acuerdos en el Parlament, ejemplo en el 2013 donde Convergencia
aceptó las exigencias de la CUP para modificar el modelo de orden público y prohibir
las pelotas de goma en favor de los proyectiles foam. Hoy, 2021 volvemos a vivir
y esta vez de forma mucho mas descarada y mediática, el chantaje partidista de
los antisistemas para formar gobierno con ERC y Junts pidiendo a cambio la disolución
de las unidades de orden público, mientras las calles de muchas ciudades queman
cada día.
Por tanto, el resultado de la ecuación por la utilización política y partidista de los Governs existió y existe. Se señaló hace años internamente hacia los altos jefes y se señala en la actualidad externamente hacia todos los mossos pero es evidente que responsabilizan a la Jefatura, siendo algunos de ellos los mismos que hoy siguen y de algunos que están en segunda actividad agazapados… pero son los mismos responsables.
Por todo, esta es mi opinión de la utilización política del Cos, escrita y no cantada o rapeada, pero siempre en pro del derecho a la libertad de expresión.
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