martes, 19 de noviembre de 2024

El Día Mundial en Recuerdo de las Víctimas de Tráfico, los VIPS y asociaciones subvencionadas lo celebran y, los de siempre recogen a los muertos

El día 17 de noviembre, presencié dos mundos paralelos: el institucional y asociativo que celebraban el DÍA MUNDIAL EN RECUERDO DE LAS VÍCTIMAS DE TRÁFICO y el mundo del asfalto, donde sin dar tregua por la "festividad" aumentaba la cifra de muertos en la carretera. 

       

 Por un lado, las redes sociales y medios de comunicación iban llenas de actividades de las ofrendas florales, cursas atléticas, minuto de silencio, ponencias y más actos para "celebrar" el DÍA MUNDIAL en cuestión. 
 
                                                
 Por el otro, en menos de 17 horas, las comarcas de Girona se cobraban 5 víctimas viarias en diferentes accidentes de tráfico y en todo el fin de semana, sumaban ocho fallecidos en toda la comunidad autónoma de Cataluña. 


 En absoluto criticaré los actos en memoria y recuerdo de las personas fallecidas en accidentes y/o delitos viarios, pero sí que critico y señalo como un acto de hipocresía a las autoridades gubernamentales y a los mandos policiales por las políticas y estrategias para la seguridad viaria, como también critico a las asociaciones de víctimas de tráfico por su complicidad con la política al no denunciar la falta de medios y efectivos para combatir la siniestralidad viaria, de las que son conocedoras: 

 Como he empezado el escrito, el pasado domingo 17, mientras las autoridades, mandos policiales, presidentes y sus juntas directivas de la asociaciones de víctimas de tráfico celebraban el Día con flores, música, comitivas, carreras deportivas... en la carretera, las pocas patrullas de tráfico que había operativas el domingo, muy pocas, hacían esfuerzos para dar respuesta a todos los accidentes mortales.

 Mientras se silencie la falta de medios, formación y los mandos prioricen las estadísticas aumentando los efectivos de los grupos especializados en sumar denuncias, a la vez que se reducen los agentes de los "escamotes" que son los que dan respuesta a todos los incidentes, siendo estas las patrullas visibles en las carreteras y los que deberían de realizar los controles preventivos... los actos contra la inseguridad vial son una hipocresía. 

 Mientras se continúa acumulando chatarra en los arcenes de la carreteras (escrito de este tema https://giromatrix.blogspot.com/2024/02/la-chatarra-viaria-una-muestra-mas-de.html) y se acepta tener una autopista cortada por la falta de grúas, ya que las administraciones "responsables" no tienen la voluntad de contratar un servicio de 24 horas que den respuesta al tardío o inexistente servicio de las compañías de asistencia... es evidente la despreocupación que tienen las autoridades por la seguridad viaria.

 Mientras los mandos continúen obligando a las patrullas a realizar controles de alcoholemia y drogas sin los medios necesarios como es la necesidad de cepos para inmovilizar vehículos, de efectivos suficientes para garantizar un control seguro o permitir las patrullas unipersonales (muchas veces en moto) … es ignominioso ver a un jefe policial en un acto relacionado con la seguridad vial o en memoria de las víctimas de tráfico.

 Mientras los gobiernos continúen proclamando titulares y promesas en prensa o en comisiones parlamentarias cada vez que haya un accidente relevante o incidentes grabes en las carreteras, pero no las cumplan y nadie recuerde esos titulares ni a los políticos que las hicieron, irán pasando gobiernos y sus mandos policiales complacedores de las componendas políticas... nada mejorará en beneficio de la seguridad viaria (https://giromatrix.blogspot.com/2022/08/ni-olvido-ni-perdono.html)   

 Podría ir añadiendo parágrafos en este texto de los despropósitos que suman los que ostentan cargos de "responsabilidad" en las estrategias y gestión del tráfico y la seguridad viaria, pero me alargaría demasiado y, al final el mensaje sería el mismo: que los gobiernos de turno, los mandos policiales y las asociaciones de víctimas de tráfico son cómplices de la falta de medios, efectivos y recursos para mejorar la seguridad viaria, reducir la siniestralidad en la carretera y perseguir la violencia sobre ruedas, sea por desinterés político, por incapacidad jerárquica o por beneficios de las subvenciones públicas. 

 Por todo ello, los dos mundos continúan irresponsable e hipócritamente distanciados.

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